La inducción de la ovulación es un tratamiento de baja complejidad que consiste en estimular la ovulación normal de la mujer mediante la administración de medicamentos específicos para dicha función una vez se han determinado sus posibles causas.
Si bien la inducción de la ovulación es un tratamiento seguro, en algunas mujeres tratadas pueden presentarse casos de embarazos múltiples o el síndrome de hiperestimulación ovárica, por lo que su administración debe ser cuidadosamente monitorizada por un especialista en fertilidad.
La inducción de la ovulación se recomienda en mujeres menores de 35 años con problemas de ovulación como el síndrome de ovario poliquístico y en casos de anovulación, siempre y cuando:
Un gran porcentaje de mujeres que se someten a tratamientos de inducción de la ovulación logran ovular, aunque no todas logran concebir o llevar un embarazo a término. La tasa de éxito de la inducción de la ovulación depende de un gran número de variables y dado que la mayor parte de los embarazos ocurre durante los primeros tres a seis ciclos de este tratamiento, es probable que cualquier intento posterior sea infructuoso. Cuando los métodos de baja complejidad fallan es necesario recurrir a las técnicas de reproducción asistida de alta complejidad en un centro de fertilidad especializado.
Si quieres quedar en embarazo consulta con el experto en fertilidad, quien definirá la mejor opción a seguir.